La muerte del arrendatario es una de las causas de extinción del arrendamiento previstas por la ley, siempre que no existan otras personas con derecho a subrogarse en el lugar del anterior inquilino.
Además, el régimen aplicable es diferente según la fecha en que se haya celebrado el contrato de arrendamiento, distinguiendo la ley entre los conocidos como alquileres de renta antigua y los actuales, tal y como vamos a ver a continuación.
